¿Cuáles son los principales retos de la IA?

cuáles son los retos de la IA

La Inteligencia Artificial aúna una serie de conceptos y tecnologías cuyas aplicaciones impactan en muchos ámbitos tanto en nuestra vida personal como a las compañías de cualquier tamaño aportando cambios disruptivos en la gestión empresarial de todas las áreas: operaciones, ventas, marketing, finanzas,…  Aporta un gran valor a aquellas compañías que la utilizan de forma apropiada y aporta importantes beneficios:  incrementando la eficiencia y la calidad de sus operaciones, agiliza procesos de negocio, hace que la productividad se vea incrementada,….

Pero también nos encontramos con algunos retos que tenemos que ver como sociedad como la transparencia (en algunos casos, es difícil entender cómo la IA toma sus decisiones, lo que dificulta su interpretación y explicación), la seguridad (los sistemas de IA pueden ser vulnerables a ataques y manipulaciones, lo que puede tener graves consecuencias), el desempleo (la IA puede automatizar tareas que antes eran realizadas por humanos, lo que puede llevar a la pérdida de empleos), etc.

Los retos más importantes de la IA

A continuación, vamos a poner foco en dos de los retos más importantes, que son los sesgos y la privacidad: 

Sesgos

La IA puede ser sesgada si los datos de entrenamiento utilizados contienen prejuicios o estereotipos. Esto puede llevar a decisiones injustas o discriminatorias.

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología en constante evolución y su uso se ha expandido a una amplia gama de industrias y aplicaciones. Sin embargo, a medida que se utilizan más algoritmos y modelos de IA para tomar decisiones importantes, como la selección de candidatos para un trabajo o la aprobación de préstamos, surge la preocupación de que la IA pueda ser sesgada.

Uno de los principales riesgos asociados con la IA es que puede perpetuar y ampliar los prejuicios y estereotipos existentes en los datos de entrenamiento utilizados para su desarrollo. Si los datos de entrenamiento contienen sesgos, estos sesgos se pueden transmitir a los modelos de IA, lo que lleva a decisiones injustas o discriminatorias.

Por ejemplo, si un modelo de IA se entrena utilizando datos históricos de contratación que reflejan una falta de diversidad en la fuerza laboral de una empresa, es probable que el modelo aprenda a dar preferencia a los candidatos que se ajusten a los perfiles existentes. Esto perpetúa los sesgos subyacentes y no permite una mayor diversidad en la fuerza laboral.

Otro ejemplo sería si un modelo de IA se entrena utilizando datos que reflejan estereotipos de género o raza. El modelo puede aprender a hacer suposiciones incorrectas sobre ciertos grupos de personas y tomar decisiones discriminatorias basadas en esas suposiciones.

Es importante tener en cuenta que la IA en sí misma no es inherentemente sesgada. Sin embargo, si no se aborda adecuadamente, la IA puede perpetuar y ampliar los sesgos existentes en los datos de entrenamiento utilizados para desarrollar los modelos. Por lo tanto, es fundamental tener en cuenta la calidad y la equidad de los datos de entrenamiento al desarrollar algoritmos de IA y, en última instancia, asegurar que la tecnología esté siendo utilizada de manera justa y responsable.

Privacidad

La IA a menudo utiliza grandes cantidades de datos personales para su entrenamiento, lo que puede plantear preocupaciones de privacidad.

Como bien sabemos, la Inteligencia Artificial se basa en el procesamiento de grandes cantidades de datos para identificar patrones y tomar decisiones. Estos datos pueden incluir información personal, como nombres, direcciones, números de teléfono y direcciones de correo electrónico. La recopilación y el uso de estos datos pueden plantear riesgos para la privacidad, especialmente si se utilizan sin el consentimiento del usuario o se comparten con terceros sin su conocimiento.

Uno de los mayores riesgos es el uso no autorizado de datos personales. Si los datos no se protegen adecuadamente, pueden ser robados o utilizados para actividades ilegales, como el fraude o el robo de identidad. La IA también puede ser utilizada para recopilar datos de los usuarios sin su consentimiento, como la recopilación de información de las redes sociales, el seguimiento de la ubicación y la monitorización de las actividades en línea.

Sin embargo, existen diversos procedimientos que permiten que nuestros datos estén lo más seguros posibles. En conclusión, lo importante de la tecnología es saber utilizarla para mejorar algún proceso o solución y entregar a las personas una solución optimizada.

¿Has utilizado la IA en tu empresa? ¿Has vivido cuáles son los retos de la IA? ¡Cuéntanos en los comentarios de este post!

Publicado originalmente en nuestra Newsletter de GRH.

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