Hoy en día las empresas tecnológicas se basan cada vez más en la inteligencia artificial y buscan automatizar procesos para ahorrar en costes. Sin embargo, de algún modo u otro, la tecnología siempre estará al servicio de las personas. Marshall McLuhan dijo: “Formamos nuestras herramientas y ellas a su vez nos moldean”. Y es que todo el avance tecnológico no tiene la misma utilidad si no es moldeado por las personas.
En el mundo de las herramientas SaaS es imprescindible disponer de todo el soporte necesario para sacarle el máximo partido a tu software.
En una época en la cual los departamentos IT de las organizaciones juegan un papel sustancial, la figura del service manager se torna fundamental para conseguir una cohesión completa del negocio con el área de sistemas.
Disponer de un service manager a la hora de adquirir un software implica tener a una persona responsable de la implantación y el seguimiento de todos los procesos ligados a la gestión de los sistemas. Esta persona será la que ayudará en todos y cada uno de los pasos requeridos cuando en una organización se introduce una nueva herramienta.
El valor de la inmediatez
En el caso de una urgencia técnica, por ejemplo, no es lo mismo tener la opción de dejar tu consulta en un formulario para que te la resuelvan en un plazo determinado, que disponer de un teléfono. Un teléfono que tendrá al otro lado a una persona experta que pueda brindar una solución inmediata.
El Service Manager es el encargado de asegurar que los beneficios, tanto tangibles como intangibles, esperados por el cliente se materialicen en tiempo y forma para que la mejora de los resultados de su cliente sean constantes.
La función del Service Manager tiene el cometido de generar valor de manera progresiva, comenzando por el aseguramiento del cumplimiento contractual de los acuerdos del proveedor con su cliente y el logro de los objetivos establecidos a través de la comunicación y el feedback constante.
