Más de 10 años han pasado desde que Walmeric vio la luz. Un sinfín de buenas ideas y muchas ganas se juntaron para crear un concepto revolucionario. Una tecnología como solución Lead Management para todos los clientes que siguen fieles a ella.
El camino no ha sido fácil. Gracias al esfuerzo, motivación, compromiso y lucha de todas las personas que forman Walmeric, hoy vemos Madrid desde un punto de vista diferente. Ya que, “ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”.
Un garaje en Alpedrete, Tres Cantos, Avenida San Luis y Torre Mapfre hasta llegar a Torre Spínola. ¡Seguimos creciendo! Por ello, hoy os presentamos: Walmeric 3.0.
Hace unos días pisábamos por última vez nuestras oficinas de la Torre Mapfre. Todos juntos pusimos rumbo a nuestra nueva sede en Madrid: la Torre Spínola (C/ Cardenal Marcelo Spínola, 42, 28016 Madrid).
Unas nuevas oficinas adaptadas a nosotros, al equipo y a nuestras necesidades. Con más espacio en el que desarrollar nuestras soluciones tecnológicas y trabajar en equipo. Unas oficinas que además son sostenibles, ubicadas en un edificio que cuenta con el certificado BREEAM, reconocido mundialmente, clasificado en el nivel “muy bueno”.
Subimos a la décima planta y al llegar nos encontramos con un grupo de jazz al son de “When The Saints Go Marching In”. Un buen desayuno completó nuestra llegada. ¡Menudo recibimiento!
Recorrimos con curiosidad cada espacio de nuestras nuevas oficinas: coloridas, amplias y luminosas. La evolución de Walmeric se reflejaba en ellas y nosotros éramos parte de ese cambio.
Nuestro día a día en Torre Spínola
Con las nuevas oficinas inauguramos nuevas tradiciones como los lugares de trabajo compartidos, con los que generar espacios colaborativos. ¿Qué mejor que no tener sitios preestablecidos?
Cada día al final de la jornada guardamos nuestras pertenencias en taquillas para, al día siguiente, elegir un sitio diferente. De esta forma, se ha propiciado el intercambio de ideas, la innovación, el entendimiento de los equipos y también el establecimiento de nuevas relaciones profesionales y personales.
Las reuniones se hacen más distendidas cuando éstas se improvisan en el espacio. Ahora, además de las salas de reuniones, nuestras oficinas están repletas de lugares perfectos para tratar temas de trabajo. Sillones, televisores y pizarras nos invitan a ponernos al día en un ambiente más flexible que deja fluir la creatividad.
Pero eso no es todo, las formaciones y el intercambio de conocimiento se han beneficiado notoriamente del ambiente de comunidad. Cualquier momento es bueno para proponer una formación de cualquier área, tomarse un café con los compañeros y aprender juntos.
