El pasado 24 de octubre no fue un día de trabajo al uso para Walmeric: ese día trabajamos la construcción de equipo, la empatía y la confianza entre compañeros para dar lo mejor de nosotros mismos. Nos reímos, disfrutamos juntos y nos conocimos de una manera diferente.
Por un día, cambiamos los portátiles por tablones de madera, las reuniones por ideas de cómo sobresalir en cada prueba y los compañeros de área por compañeros de equipo.
A las 11:30 cogimos un autobús que nos llevó desde nuestras oficinas de Torre Spínola, Madrid, hasta el complejo turístico Escorial-Natura. Allí nos esperaban nuestros monitores para comenzar una jornada de miniolimpiadas. Reparto de camisetas, organización de los equipos y ¡ya estábamos listos para empezar!

Todas las empresas sueñan trabajar de manera organizada, optimizar al máximo sus recursos e incrementar el rendimiento y la productividad de sus trabajadores. Pero, ¿cuál es la clave para conseguirlo? Aprender a trabajar en equipo es sin duda uno de los secretos del éxito.
El trabajo en equipo enriquece todas y cada una de las acciones que se llevan a cabo en una empresa. El aporte de diferentes puntos de vista, las experiencias individuales vividas por cada miembro del equipo y el incalculable valor de tener más de dos ojos para detectar fallos y puntos de mejora.
¿Qué valores potencian el trabajo en equipo de Walmeric?
Organización: Uno de los puntos más importantes en el desarrollo de cualquier actividad dentro de Walmeric es que todos los integrantes del equipo comprenden la manera en la que se organizan las tareas. Cuando todos trabajan de manera alineada, conseguir los objetivos propuestos pasa de inalcanzable a alcanzable.

Comunicación: Si en un equipo no fluye la comunicación, lo más probable es que las acciones no se lleven a cabo según lo esperado. Cuando todo el mundo es conocedor de los pasos que se van dando en cualquier proyecto o actividad, se aprovechan mejor los recursos, se emplea el tiempo de manera más valiosa y los resultados obtenidos son mucho más satisfactorios.

Confianza: Es importante tener confianza en uno mismo. Pero cuando confiamos en el equipo que nos rodea, cuando nos apoyamos en él, optimizar recursos y maximizar resultados, se vuelve mucho más sencillo.
Motivación: En un equipo es algo que se transmite y afecta de manera positiva a cada uno de sus integrantes. Consigue que, ante cualquier adversidad, nos sintamos fuertes, apoyados y con ganas de luchar todos juntos en la dirección que marque la consecución de nuestros objetivos.
Compromiso: El sentimiento de pertenencia a un equipo nos hace dar lo mejor de nosotros mismos. Ya no miramos por el beneficio individual, buscamos encontrar la forma de triunfar todos juntos.
Empatía: El triunfo de uno es el éxito de todos. Celebrar las victorias de nuestros compañeros, además de fomentar la motivación, ayuda al equipo a desarrollarse y crecer en la dirección correcta. Mostrar empatía ante reacciones positivas, refuerza los lazos entre compañeros.